De los 18 a los 24 meses: una etapa de grandes conquistas
Entre el año y medio y los dos años, los niños y niñas atraviesan un período lleno de descubrimientos. Cada pequeño avance representa un gran paso hacia su autonomía: corren, hablan más, imitan a los adultos y disfrutan explorando el mundo que les rodea.
Aunque cada niño sigue su propio ritmo, existen algunos hitos que nos orientan sobre lo que suele ocurrir en esta etapa.
Área motora gruesa
El movimiento se vuelve más ágil y seguro:
Corren con mayor confianza, aunque todavía pueden tropezar con facilidad.
Suben y bajan escaleras con ayuda o de la mano de un adulto.
Comienzan a dar sus primeros saltos con los dos pies juntos, descubriendo nuevas formas de desplazarse.
Área motora fina
Sus manos se vuelven cada vez más precisas:
Construyen torres de 4 a 6 bloques, disfrutando del reto de apilar.
Pasan las páginas de un libro una por una, mostrando mayor coordinación.
Intentan usar la cuchara y el vaso de forma más autónoma, aunque todavía con derrames.
Lenguaje y comunicación
El lenguaje se enriquece de manera sorprendente:
El vocabulario se amplía con rapidez: de unas 20-50 palabras alrededor de los 18 meses a más de 100 hacia los 24 meses.
Empiezan a unir dos palabras en frases simples como “mamá agua” o “más pan”.
Comprenden órdenes sencillas de dos pasos, por ejemplo: “coge el juguete y dáselo a papá”.
Área cognitiva
La curiosidad es motor de aprendizaje constante:
Identifican y nombran objetos familiares y partes del cuerpo.
Se inician en el juego simbólico, imitando acciones cotidianas como dar de comer a un muñeco o hablar por teléfono.
Disfrutan de los juegos de causa-efecto, probando distintas soluciones para lograr un resultado.
Área socioemocional
En lo afectivo y social, surgen cambios importantes:
Aparece la necesidad de independencia: el famoso “yo solito”.
Pueden mostrar sus primeras rabietas al no lograr lo que desean o al sentirse frustrados.
Comienzan el juego paralelo: juegan cerca de otros niños, observándolos e imitándolos, aunque aún no juegan de forma plenamente cooperativa.
Reconocen rutinas diarias y buscan la aprobación del adulto.
Acompañar esta etapa con paciencia y juego
Entre los 18 y 24 meses, los niños y niñas dan grandes pasos en todas las áreas de desarrollo. La mejor manera de acompañarles es ofreciendo entornos seguros donde explorar, rutinas claras que les den confianza y muchas oportunidades de juego libre y compartido.
Cada avance, por pequeño que parezca, es una conquista que merece ser celebrada. Recordemos que lo más valioso no es que todos alcancen los hitos en la misma fecha, sino que cada niño pueda recorrer su propio camino de crecimiento acompañado con amor y respeto.