¡todo un mundo por descubrir!
A partir de los 6 meses, los bebés atraviesan un momento fascinante en su desarrollo. Poco a poco dejan atrás la etapa más pasiva de los primeros meses y comienzan a interactuar de forma más activa con su entorno. Es una etapa llena de logros motores, avances en la comunicación, y grandes descubrimientos sensoriales y emocionales.
Desarrollo motor: cada movimiento, un nuevo logro
Durante estos meses, los bebés comienzan a adquirir habilidades motoras más complejas que les permitirán explorar con mayor autonomía:
Volteo: Empiezan a girar de boca arriba a boca abajo (y viceversa), fortaleciendo la musculatura del cuello, la espalda y el abdomen, y preparándose para el gateo.
Sentarse sin apoyo: Logran mantener el equilibrio en posición sentada, lo que les permite descubrir su entorno desde una nueva perspectiva.
Coordinación bimanual: Comienzan a pasar objetos de una mano a otra, lo que indica una mayor conexión entre ambos hemisferios cerebrales y un progreso importante en la coordinación ojo-mano.
Desarrollo cognitivo: curiosidad y pensamiento en acción
El desarrollo cognitivo también avanza a pasos agigantados. En esta etapa, los bebés:
Muestran una creciente curiosidad por lo que les rodea.
Reconocen a personas familiares y responden a su propio nombre.
Comienzan a entender relaciones de causa y efecto, por ejemplo, al lanzar un objeto y observar qué ocurre después.
Exploran a través de todos sus sentidos, repitiendo acciones que les resultan interesantes o divertidas.
Comunicación y lenguaje: primeros sonidos con intención
El lenguaje comienza a florecer en forma de balbuceos más complejos, que poco a poco se asemejan a palabras reales. Empiezan a imitar sonidos, a emitir sílabas repetidas como «ba-ba» o «ma-ma», y a experimentar con el ritmo y la entonación de su voz.
Es un momento clave para hablarles mucho, leer cuentos cortos y cantarles, incluso aunque aún no comprendan todas las palabras. ¡Todo eso está ayudando a construir su lenguaje!
Desarrollo emocional y social: vínculo y seguridad
Emocionalmente, los bebés entre 6 y 9 meses:
Muestran un apego cada vez más profundo hacia sus figuras de referencia.
Pueden experimentar ansiedad ante extraños o cuando se separan de sus cuidadores principales, lo cual es totalmente natural y forma parte del desarrollo del vínculo.
Comienzan a anticipar rutinas y a disfrutar cada vez más de la interacción social: juegos de escondite, canciones con gestos, o simplemente una sonrisa compartida.
¿Cómo podemos acompañar su desarrollo?
Esta etapa es ideal para estimular al bebé a través de:
Juegos interactivos sencillos, como el “cucú-tras” o pasar objetos de una caja a otra.
Lectura diaria con libros blanditos, con texturas o ilustraciones claras.
Canciones y rimas, que ayudan a estructurar el lenguaje y favorecen el vínculo afectivo.
Tiempo boca abajo (tummy time) y libertad de movimiento, para que pueda explorar sin limitaciones.
Lo más importante en este momento es ofrecer un entorno seguro, afectivo y rico en experiencias, sin prisas ni presiones. Cada bebé tiene su propio ritmo, y lo que más necesita es tiempo, presencia y mucho amor.
En Movimentes creemos en acompañar el desarrollo desde el respeto y la conexión. Si quieres más ideas, recursos o materiales para esta etapa, conoce nuestras guías o síguenos en redes para inspirarte.