¡Cumplimos el primer año de desarrollo!
Entre los 9 y 12 meses, los bebés atraviesan uno de los momentos más emocionantes y transformadores de su desarrollo. Han dejado atrás la etapa de total dependencia y comienzan a manifestar una nueva forma de estar en el mundo: más activa, comunicativa y con una creciente necesidad de explorar y vincularse.
Desde el programa Movimentes, celebramos estos avances con alegría, sabiendo que detrás de cada pequeño logro hay una gran evolución neurológica, motora, emocional y social.
A continuación, te contamos cuáles son los principales hitos que suelen aparecer entre los 9 y 12 meses y por qué son tan importantes para su desarrollo.
Se pone de pie con apoyo y comienza a dar pasos
Entre los 9 y 12 meses muchos bebés logran ponerse de pie sosteniéndose de muebles o personas. Algunos incluso comienzan a dar sus primeros pasos con apoyo o incluso solos, lo que representa un gran avance en su motricidad gruesa.
Este progreso permite al bebé una mayor autonomía para explorar su entorno, iniciando una nueva etapa de descubrimiento activo y, con ella, un fortalecimiento del equilibrio, la coordinación y la confianza en sí mismo.
¡Importante! Estar de pie requiere un gran esfuerzo de organización postural, integración sensorial y fuerza muscular. Acompañar este proceso con juegos de equilibrio, circuitos y mucho suelo libre es clave.
Dice sus primeras palabras con intención
Este es el periodo en el que emergen las primeras palabras con significado. Es habitual escuchar “mamá”, “papá”, o palabras asociadas a su entorno inmediato como “agua”, “tete”, “pan”… y también muchas vocalizaciones con intención comunicativa.
Aunque su vocabulario aún sea limitado, el bebé comprende mucho más de lo que expresa. Es capaz de seguir instrucciones sencillas (“dame la pelota”, “ven aquí”) y de utilizar su voz para pedir, llamar, o expresar placer o disgusto.
💬 ¡Ojo! La comprensión del lenguaje siempre va por delante de la expresión. Hablarle mucho, con frases simples y entonación marcada, facilita su adquisición.
Comienza a señalar, decir “adiós” con la mano e imitar gestos
Entre los 9 y 12 meses aparecen gestos cargados de intencionalidad comunicativa. El bebé aprende a señalar lo que quiere, decir “adiós” moviendo la mano, aplaudir, llevarse la mano a la boca para decir “¡qué rico!”, entre muchos otros.
Estos gestos son una forma de lenguaje no verbal, fundamentales para su desarrollo comunicativo y para establecer vínculos más profundos con quienes lo rodean.
¿Sabías que…? Señalar con intención está directamente relacionado con el desarrollo del lenguaje posterior. Es una de las señales más importantes del primer año.
Juega al “cucú-tras” y entiende la permanencia del objeto
¡El clásico juego de “¿Dónde está? ¡Aquí está!” tiene un sentido mucho más profundo!
A esta edad, el bebé comienza a entender que las personas y objetos siguen existiendo aunque no los vea, lo que llamamos permanencia del objeto.
Este avance cognitivo cambia la forma en la que se relaciona con el entorno: puede buscar juguetes escondidos, notar si falta alguien importante o angustiarse cuando mamá o papá salen de la habitación.
Este concepto es la base para entender el mundo como un lugar predecible. Por eso, es tan importante jugar con ellos, esconder cosas, aparecer y nombrar lo que desaparece.
Manifiesta más apego a figuras de referencia y ansiedad ante extraños
Entre los 9 y 12 meses, el bebé ya ha formado un vínculo fuerte con sus cuidadores principales. Ahora busca más contacto físico, los sigue con la mirada, llora cuando se alejan y puede rechazar a desconocidos.
Este fenómeno es totalmente normal y se conoce como ansiedad por separación. Indica que el bebé está desarrollando su sentido de seguridad emocional y su capacidad de diferenciación entre personas familiares y no familiares.
Tranquilidad: No significa que no quiera a otras personas, solo que está empezando a entender el mundo emocional y necesita una base segura para explorarlo
Recuerda: Cada bebé tiene su ritmo
Estos hitos son orientativos y pueden aparecer en distintos momentos según cada niño. Lo importante no es que todos lo hagan exactamente igual, sino observar, acompañar y facilitar experiencias enriquecedoras que respeten sus tiempos.
En Movimentes creemos que entender el desarrollo infantil es la mejor herramienta para acompañarlo con empatía y consciencia.
¿Qué podemos hacer las familias y profesionales?
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Brindar entornos seguros y ricos en estímulos.
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Hablar, cantar y nombrar todo lo que el bebé vive.
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Jugar con él, en el suelo, a su altura.
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Validar sus emociones y acompañar su necesidad de apego.
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Fomentar el movimiento libre y activo.
¿Te ha gustado este resumen?
Puedes seguir explorando más hitos y recursos en nuestro Manual de Estimulación Infantil de 0 a 1 año, disponible en el programa Movimentes.
Y si estás en esta etapa… ¡enhorabuena! Estás presenciando un momento mágico del desarrollo humano.