El desarrollo entre los 15 y 18 meses: una etapa de grandes descubrimientos
Entre los 15 y los 18 meses, los niños atraviesan una etapa fascinante y llena de avances. Poco a poco se afianzan sus primeros pasos, su lenguaje comienza a despegar y el juego se convierte en una herramienta fundamental para aprender sobre el mundo. Cada día sorprenden con nuevas conquistas, mostrando su creciente autonomía.
A continuación, te contamos algunos de los principales hitos que suelen aparecer en este periodo:
- Motricidad gruesa:
Caminan con mayor seguridad y comienzan a correr de forma torpe.
Suben escalones con apoyo.
Empiezan a arrastrar o empujar objetos mientras caminan. - Motricidad fina:
Hacen torres de 2-3 cubos.
Garabatean con lápices o ceras. - Lenguaje y comunicación:
Señalan objetos que desean o llaman su atención.
Comprenden órdenes simples (“dame la pelota”, “ven aquí”).
Dicen entre 5 y 20 palabras aproximadamente.
Utilizan gestos para complementar lo que quieren expresar. - Cognición y juego:
Comienzan a imitar acciones de los adultos (hablar por teléfono, peinarse).
Disfrutan del juego funcional (empujar un cochecito, dar de comer a un muñeco).
Exploran el entorno con curiosidad, probando causa-efecto. - Área socioemocional:
Muestran mayor apego a sus cuidadores y cierta ansiedad ante separaciones.
Empiezan a mostrar preferencias por juguetes o personas.
Imitan gestos y rutinas sociales (aplaudir, decir adiós).
Cada niño tiene su propio ritmo, pero estos hitos nos orientan sobre su desarrollo.
Acompañarles con paciencia, juego y cariño es la mejor manera de apoyar sus aprendizajes.
Motricidad gruesa
En esta etapa la movilidad se transforma rápidamente:
Caminan con mayor seguridad y empiezan a atreverse a correr, aunque de forma todavía torpe.
Intentan subir escalones con apoyo, afianzando su equilibrio.
Disfrutan arrastrando o empujando objetos mientras caminan, como carritos o cajas, lo que además fortalece su coordinación y fuerza.
Motricidad fina
Sus manitas están cada vez más hábiles:
Construyen torres de 2 o 3 cubos, disfrutando del reto de apilar.
Empiezan a garabatear con lápices o ceras, experimentando con el movimiento y el trazo.
Lenguaje y comunicación
El lenguaje se enriquece notablemente en estos meses:
Señalan objetos que desean o que llaman su atención, invitando al adulto a compartir la experiencia.
Comprenden órdenes sencillas como “dame la pelota” o “ven aquí”.
Dicen entre 5 y 20 palabras aproximadamente, aunque este número puede variar mucho.
Utilizan gestos para complementar lo que quieren expresar, reforzando la comunicación.
Cognición y juego
El pensamiento simbólico empieza a asomar:
Imitan acciones de los adultos como hablar por teléfono o peinarse.
Se inician en el juego funcional: empujar un cochecito, dar de comer a un muñeco o colocar piezas en un encaje.
Exploran el entorno con curiosidad, probando causa y efecto en sus acciones (tirar un objeto, apretar un botón, abrir y cerrar una tapa…).
Área socioemocional
A nivel afectivo, también se producen grandes avances:
El apego a sus cuidadores es más evidente y pueden mostrar ansiedad ante separaciones.
Comienzan a manifestar preferencias claras por ciertos juguetes, juegos o personas.
Imitan gestos y rutinas sociales como aplaudir o decir adiós, disfrutando de la interacción con los demás.
Acompañar con paciencia y cariño
Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y puede alcanzar estos hitos en momentos distintos. Lo importante es ofrecerles oportunidades de movimiento, juego libre y experiencias variadas que respeten su curiosidad natural.
Recordemos que la mejor manera de apoyar sus aprendizajes en esta etapa es estar presentes, acompañarles con paciencia, disfrutar de sus logros y brindarles mucho cariño.